domingo, 18 de noviembre de 2007

El monstruo que crece


El sábado, La Renga se presentó en el Autódromo de Buenos Aires ante más de 90 mil personas.


La sangre se recalentaba en las venas: superadas las amenazas de lluvia, en las primeras horas de la tarde del particularmente cálido sábado de noviembre, el sol, sobre las pegajosas calles internas del Autódromo Oscar Gálvez, se imponía contradictorio como aliado y al mismo tiempo enemigo. Miles de cuerpos hirvientes, surcando los estrictos controles y soportando casi diez cuadras de caminata, accedían de a poco al predio principal en el que se erigía el escenario (gigantesco, imponente) al que en pocas horas subiría La Renga para dar comienzo a lo que sería una de las más grandes fiestas del rock nacional.


Aún con su capacidad a medias, aquel templo de motores y de aceite recibió a los españoles Marea que sirvieron más bien de banda de sonido para la interminable y continua llegada de los más de 90 mil fanáticos (según el manager del grupo, esa fue la cifra oficial de entradas vendidas) al lugar. Para el último tema, la atención de todos se desvió: Chizzo y Tete habían salido a escena para acompañar a sus colegas y amigos de Navarra y dedicarle la canción al Tanque. Sin embargo, todavía faltaba más de una hora de espera para ver al power trío completo en acción.
A las 19.25, el ocaso se triplicó en las pantallas laterales al escenario que, mostrando la puesta del sol y el final del día, significaba el inminente comienzo del festival rengo. Con "Almohada de Piedra", un impresionante aluvión se desató hacia donde nacían esos primeros acordes mientras, de a miles, los mismos de siempre seguían entrando. "Cuánta gente vino para el barrio hoy" se asombró Chizzo y dio la bienvenida a todos. La fiesta había empezado pero los inconvenientes técnicos, más allá de la dispersión del sonido que un descampado de esas dimensiones puede significar, la opacarían insistentemente. El líder, amenazante, tuvo que hacer bajar a todos de la torre de sonido (aquellos que buscan un punto de vista privilegiado sin importar las consecuencias) para poder continuar, pero los problemas persistirían: "Ruta 40", "Montaña Roja" y "El Juicio del Ganso" fueron interrumpidos por cortes de tensión.
Aunque no especialmente hitero, el repertorio incluyó varios clásicos: "El Rito de los Corazones Sangrando", "Despedazado por mil partes", "Panic show" y "El final es en donde partí"; enganchados, también sonaron "En los brazos del Sol", "El Mambo de la Botella" y "El Hombre de la Estrella". Manu Varela, quien cantó y tocó la guitarra en su tema, incluido en Truenotierra, "Entre la niebla" y el saxofonista Chiflo acompañaron como siempre al trío pero, esta vez, hubo un invitado especial: Luciano Napolitano salió a escena para rendir tributo a su padre y dar permiso a la emoción de todos (y las lágrimas de muchos) con el tema "Viva Pappo".
Dos horas y media separaron al inicio de la fiesta de su indefectible fin: a pesar de los problemas de organización (¿cómo hacer para que 90 mil personas puedan comer, tomar e ir al baño sin tener que sufrir? ¿Cómo lograr que los controles puedan retener la pirotecnia en lugar de exigir cumplimientos innecesarios como que las chicas no lleven aros?), y los problemas técnicos, La Renga logró protagonizar uno de los recitales más ambiciosos y magnánimos del rock argentino. Saltando y cantando uniformemente a su alrededor, como un huracán sin ojos, la reunión de todos los mismos de siempre en un mismo momento y lugar dejó bien en claro que este monstruo musical sigue creciendo; y no para.


sábado, 17 de noviembre de 2007

Loquillo, suelto en Buenos Aires


Después de casi tres décadas de trayectoria, el rockero español debuta en Buenos Aires junto a su grupo, Los Trogloditas.


Por Humphrey Inzillo


En su adolescencia, el legendario rocker español Loquillo visitaba con frecuencia la casa de una figura ya legendaria: el uruguayo Esteban Hirschfeld, fundador de Los Mockers, pioneros del rock rioplatense. “¡Vivíamos en la misma calle!”, recuerda ahora Loquillo. Y asegura que, desde entonces, sigue con mucho interés a las bandas que llegan desde el Río de la Plata.
Finalmente, después de una carrera que ya lleva casi treinta años, Loquillo debuta en Buenos Aires (el jueves 15, en Niceto) y en Montevideo (será uno de los números centrales de la Fiesta X, el sábado 17).


- Tengo entendido que tus primeras incursiones en el mundo del rock fueron a través de algunos artículos periodísticos que escribiste. ¿Qué recuerdos tenés de esas épocas?
- Era joven, era pandillero y tenía mi programa de radio donde se escuchaba lo mejor de los pioneros del rock and roll.
- ¿Cuál ha sido tu relación con el periodismo de rock ya desde el lado del músico?
- Pues ha habido de todo, complicidad con unos y bofetadas con otros. C’est la vie.
- ¿Cómo van a ser los show en el Río de la Plata? Me imagino que no debe ser fácil resumir tres décadas de rock & roll en una única noche...
- Yo vengo a Buenos Aires para hacer un regalo a mis fans argentinos, sé que me esperan desde hace mucho. Mi repertorio recogerá lo mejor de cada época revisitado. Y lo mismo en Uruguay.
- ¿Tenés algún tipo de contacto con tus fans sudamericanos?
- Nuestra página web es un lugar de encuentro con fans de todo el mundo.
- ¿Ya estuviste en Buenos Aires? ¿Qué expectativas te genera el show en Niceto?
- He estado en Buenos Aires de paseo, para mí un show en cualquier lugar del mundo es igual de especial y tiene la misma intensidad.
- ¿Cómo fueron tus colaboraciones con Andrés Calamaro y Enrique Bunbury?
- En el caso de Andrés, nos une una gran amistad desde su llegada a España. Colaboró en una canción de Cuero español y nos enviamos flores siempre que cada uno toca en la ciudad del otro... En el caso de Enrique, los Héroes del Silencio fueron teloneros nuestros en sus inicios. Desde entonces hemos colaborado con terceros y nos une una profunda amistad y un gran respeto.
- ¿Cuál ha sido tu relación con la literatura? ¿Qué feedback tuvieron tus novelas entre el público rockero?
Junto al poeta aragonés Gabriel Sopeña musicalizamos dos álbumes de poesía en castellano: La vida por delante y Con elegancia, con poemas de Bernardo Ataxga, Mario Benedetti, Octavio Paz, Federico García Lorca, Jacques Brel, Jaime Gil de Biedma... En abril del año que viene sale a la venta mi segunda novela Los muchachos del verano, que coincide con la reedición de la primera, El chico de la bomba. Es difícil saber quién te compra, quién te lee o quién te escucha.
- ¿Qué fue lo mejor de abrir los conciertos de los Rolling Stones?
- Para mí fue más emocionante tocar con The Who: Daltrey y Townshend de cerca son una experiencia única.


Loquillo y sus Trogloditas se presentò el jueves 15 en Niceto, Niceto Vega 5510, a las 21; y lo hará el sábado 17 en la Fiesta X, Montevideo, Uruguay.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Rock al Parque 2007

Todo sobre el festival colombiano que contó con Catupecu Machu, Carajo y Azafata como los representantes argentinos en su edición 2007.

Por Martin Mercado

El sábado de 3 noviembre fue la primera jornada de las tres fechas que componen Rock al Parque 07, organizado por la Secretaría de Cultura de Bogotá y que se realizó en el Parque Simón Bolívar, con un tamaño mayor a 100 hectáreas. Al salir del aeropuerto junto a los Catupecu Machu y sus 450 kilos de equipos, nos enteramos que la jornada dedicada al metal y al hip hop, en la que tocarían los argentinos Carajo, se había suspendido debido a que la ciudad había recibido, horas antes, la granizada mas fuerte en 30 años. La ciudad bogotana se parecía a New York, con la diferencia que el granizo destruyó techos, autos y generó caos vehicular. Por tal motivo solo se pudieron presentar dos bandas: Neptunes (Medellín) y K-93, y se tuvo que reprogramar toda la grilla.




El día domingo, con un cielo un poco soleado, fue el turno para la presentación de las tres bandas argentinas invitadas al Festival, Azafata, Carajo y Catupecu Machu,. Una jornada que mezclaría pop, metal, punk y rock.
Tras la negativa hacia las nuevas bandas (que incluyó la presentación de los glam pop Azafata, quienes tuvieron la suerte de recibir algunas monedas de pesos colombianos) por parte del público heavy, sería el turno de una para sus gustos, los veteranos estadounidenses Agent Steel. Luego continuarían los hardcore punk de Have Heart, para que a las 16 hs. subiera al escenario el trío argentino Carajo, liderado por Corvata en bajo y voz, con un muy buen recibimiento por parte del público. Incluyeron en su repertorio "Joder" e "Histeria" de su reciente disco Inmundo, "El error" y "Triste" de Atrapasueños, "El vago" y "Sacate la mierda" de Carajo (2002), "Loco pro" de A.N.I.M.A.L. y dejaron para el cierre "Smells Like Teen Spirit" de Nirvana.
Pasadas las 18 hs. llegaría el turno de Catupecu Machu: 40 minutos a puro rock, de la mano de un Fernando Ruiz Díaz que estrenaba guitarra eléctrica. Comenzaron con "Preludio al filo en el umbral", para ir subiendo con temas de su disco Cuentos decapitados (2000) como "Perfectos cromosomas" y "Y lo que quiero", incluyendo también "Plan B" y "A veces vuelvo" de El número imperfecto (2004), para cerrar y hacer gritar y saltar a la gente con una versión extendida de "Dale". Otros que se destacaron en esta jornada, y que también recibieron mucho apoyo del público, fueron los uruguayos Cuarteto de Nos, con una propuesta mucha mas rockera que la de su última producción Raro. Vislumbraron Cohead & Cambria, puro metal alternativo desde New York. El cierre estuvo a cargo de Ultrágeno (Bogotá) que se volvía a reunir luego de algunos años.



En la jornada del día lunes, en el escenario principal se destacaron De Bruce a Mí (reggae de Medellín), Los Bunkers (Chile), Amigos Invisibles (Venezuela) y cerrando el festival, Aterciopelados; mientras que en el escenario Lago (que por primera vez pudo funcionar en esta jornada) sobresalieron Quiero Club, cuarteto de música clubber / new rave que llegaba desde México para dar una bocanada de aire nuevo al festival y que pertenecen al colectivo Happy-Fi; y The Hall Effect, un cuarteto de Bogotá con un sonido entre Placebo y Travis y canciones en inglés.



Un festival muy bien organizado en el que se presentaron, sin contar la fecha que se suspendió y que se realizará el próximo sábado, mas de 30 bandas de 9 países y que convocó en dos jornadas a más de 180 mil personas en la fiesta gratuita del rock que se viene desarrollando desde hace 13 años.




jueves, 8 de noviembre de 2007

Rescate emotivo


Mick Jagger "Just Another Night" fue el primer corte de She's The Boss, primer esfuerzo solista del líder de los Rolling Stones. Conocé la historia de la canción .


Tras el disco de los Rolling Stones Undercover, Mick Jagger decidió debutar como solista. Para ello reclutó a músicos de la talla de Pete Townshend, Herbie Hancock, Jeff Beck y Carlos Alomar; y a los productores Bill Laswell y Nile Rodgers. La idea era sonar lo más eighties posible, y el resultado fue She's The Boss (1985). El primer corte de la placa fue "Just Another Night", que se transformó en el single más exitoso en la trayectoria en solitario de Sir Mick (llegó al número 12 del Billboard Hot 100). Pero, con el paso de los años, Jagger reniega de la canción. "Tiene ese arrastre de las técnicas de grabación que se usaban entonces. Ese gran eco de fondo... Eran los primeros tiempos de los samples y las máquinas de ritmo, que ahora se consideran tan malos", le dijo el cantante a Rolling Stone.